El pasado jueves 11, tras
el “pacto de Progreso” firmado por ERC y CIU quedó descartada cualquier
posibilidad de tripartito en Martorell, asegurando de esta manera, la alcaldía
para el señor Fonollosa que fue finalmente investido el sábado 13 gracias a los
3 votos de ERC que les faltaban.
Como os contamos en el
anterior boletín, SOM Martorell tenía esperanzas de que se pudiera formar un
gobierno sólido de izquierdas que solventara la situación real de nuestro
pueblo. Por ello, a pesar de que nosotros no queríamos formar parte de este
tripartito, sí que asistimos a sus reuniones por tal de favorecer el diálogo.
Es cierto que en todo
momento la última palabra la tuvo siempre ERC, su postura era decisiva para
determinar quién gobernaría y no se molestó en ocultar que también mantenía reuniones
con CIU. Aun así, desde nuestra opinión, creemos que tanto Movem como PSC no se
implicaron lo suficiente y hubiera hecho falta un poco más de actitud de
confluencia.
Se hicieron solo dos
reuniones, una el día 1 y otra una semana después, el día 8. Había convocada también
una tercera para la tarde del miércoles 10, pero ésta fue aplazada y
posteriormente cancelada. Cabe mencionar que ERC nos comunicó este hecho casi una
hora antes, cuando parece ser, que los otros partidos ya estaban al corriente
de ello con mucha más antelación.
Se empezó la negociación
desarrollando, a partir de las propuestas electorales, los puntos generales del
posible programa en común. Nosotros, aun careciendo de peso en la toma de
decisiones, llevamos ciertas ideas que nos parecieron importantes de
incorporar. Entre algunas de ellas se encontraban la auditoría externa del
ayuntamiento, la remunicipalización de los servicios públicos externalizados,
la revisión del salario de los políticos y el establecimiento de un código
ético. Nos sorprendió, que ningún otro partido llevase medidas para evitar los
desahucios, idea que SOM sí había incorporado.
A medida que fue
evolucionando la conversación pudimos ser testigos de que no había una verdadera
disposición al debate abierto.
Nos encontramos con un
Movem decidido en centrar la conversación sobre la remunicipalización del agua,
idea que nosotros compartimos en cierta medida ya que estamos a favor de lo
público, pero que monopolizó la atención de la reunión durante demasiado tiempo
y que evitó el avance hacia otros puntos que quizás hubieran sido más
productivos.
Hay que añadir que fue
Movem quien estableció a posteriori
la fecha de la siguiente reunión, con casi una semana de diferencia. Este hecho
no nos generó mucha confianza porque nos recordaba a las negociaciones que
tuvimos con ellos cuando intentamos confluir para las elecciones y que después
de postergarlo tanto, casi nos impide presentarnos por nuestra cuenta.
Por otro lado, hubo un
serio conflicto con ERC ya que uno de sus puntos consistía en que el nuevo gobierno
se atuviese a la “fulla de ruta soberanista”. Dicho documento especifica, que
si en las elecciones del día 27-S gana un partido de carácter soberanista, el
ayuntamiento de Martorell se proclamaría como ciudad independentista. Frente a
esta idea, Movem y Som concordamos en que antes de firmar nada, sería
conveniente hacer un referéndum para saber la opinión de la ciudadanía y luego,
ya se actuaría en consecuencia de lo votado por el pueblo. Después de darle
diversas vueltas al tema, al final no se llegó a ninguna conclusión.
El único que pareció
ser tolerante y flexible frente a las propuestas de los otros partidos fue el
PSC. No se opusieron a ningún punto, ni hicieron comentarios sobre ello a pesar
de que, quizás, no todo estaba en sintonía con la ideología y la manera de ser
de su partido.
Nos gustaría remarcar
que a finales de la última reunión, cuando parecía que aquello ya no iba a llegar
a buen puerto, nos sorprendió la generosidad del PSC al ofrecerle al señor Bargués,
el alcaldable de ERC, la presidencia compartida del ayuntamiento. Es decir, que
durante dos años sería Lluís Tomás el alcalde y durante otros dos años, el
candidato de Esquerra.
Desde SOM, después de
haber presenciado el panorama de la izquierda de nuestra ciudad y la naturaleza
de su gobierno actual (CIU+ERC), estamos decididos a hacer una oposición persistente
y crítica. Esperamos que el resto de partidos con ideologías cercanas estén a
nuestro lado cuando se trate de políticas sociales y propuestas que beneficien a
la mayoría de la población porque nosotros, como mínimo, nos vamos a hacer oír.